Bebés: huevo y cacahuetes

Introducir el huevo en la dieta cuando el bebé tiene entre 4 y 6 meses reduce en un 40% su riesgo de desarrollar una alergia a este alimento

Las alergias alimentarias son cada vez más frecuentes en los bebés españoles.

De acuerdo con los datos de la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP), entre un 4% y un 8% de los niños españoles padecen algún tipo de alergia alimentaria, por lo general al pescado, al marisco o a los frutos secos. Un tipo de alergia que, lejos de constituir un mero problema culinario o nutricional –reduce notablemente la variabilidad de la dieta del menor–, se asocia con problemas muy graves para la salud e, incluso, puede resultar fatal. Además, el número de ingresos hospitalarios por alergias alimentarias en la población infantil de nuestro país se ha multiplicado por siete en solo una década.

Un estudio llevado a cabo por investigadores del Colegio Imperial de Londres (Reino Unido), habría que introducir estos alimentos en las dietas de los bebés a edades aún más tempranas para reducir su riesgo de desarrollo de alergias alimentarias. Como explica Robert Boyle, director de esta investigación publicada en la revista «JAMA», «nuestro trabajo, en el que hemos analizado toda la evidencia publicada, sugiere que la introducción del huevo y el cacahuete a una edad temprana debería prevenir el desarrollo de alergias al huevo y el cacahuete, que a día de hoy constituyen las alergias alimentarias más comunes en la infancia».

Hay que hacerlo antes

Para llevar a cabo su revisión o ‘metanálisis’, los autores evaluaron los resultados de 16.289 estudios realizados sobre alergias u otros problemas del sistema inmune.

Los resultados mostraron que los bebés en cuya dieta se introduce el huevo a la edad de 4 a 6 meses tienen un riesgo hasta un 40% menor de desarrollar alergia al huevo que aquellos en los que este alimento se ‘introduce’ de forma más tardía. Un beneficio que resulta, si cabe, más acusado en el caso del cacahuete: su introducción en la dieta entre los 4 y los 11 meses de edad se asocia, frente a una introducción más tardía, con una reducción del 70% en el riesgo de desarrollar alergia al cacahuete.

Y estos resultados, ¿son totalmente fiables? Pues teóricamente sí, si bien los autores puntualizan «que deben ser tomados con precaución dado que estos porcentajes en la reducción del riesgo se han estimado en base a los hallazgos en un número muy limitado de estudios». Y llegados a este punto, ¿qué sucede con el resto de alimentos comúnmente asociados al desarrollo de alergias, caso de la leche, el pescado, el marisco, las nueces o el trigo? Pues que las evidencias de los estudios publicados no son concluyentes. Es decir, que introducirlos en la dieta a edades más tempranas no conlleva una reducción del riesgo de desarrollar la alergia.

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